Una fuerza aplicada a un sólido
rígido se puede trasladar en la misma dirección, sobre su misma línea de
acción, sin que esto varié el efecto que produce.
a propiedad que tienen las fuerzas de
poderse aplicar en cualquier punto de un sólido rígido, siempre y cuando aquél
esté situado a lo largo de la directriz, o recta de acción de la fuerza, se
puede comprobar mediante la observación, pero también puede ser enfocada como
una simple consecuencia de otra propiedad que resulta más sencilla de comprobar
experimentalmente: el estado de equilibrio del sólido no cambia cuando se le
aplican a lo largo de una misma recta dos fuerzas iguales y opuestas.
La
demostración de que la primera propiedad se deduce de la segunda puede hacerse
como sigue:
Sea F una fuerza que se aplica en un
punto A de un cuerpo rígido. En otro punto B se pueden aplicar dos fuerzas
opuestas F1 y F2 de igual intensidad que la fuerza
original F y apoyadas en la misma recta directriz. De acuerdo con la segunda
propiedad, esta pareja de fuerzas no alteran para nada el equilibrio del
cuerpo, Pero la pareja de fuerzas F y F'' cumplen esas mismas condiciones y,
por tanto. se equilibran. Queda sólo como fuerza efectiva F' que es idéntica a
la inicial F, pero desplazada del punto A al B.
Esta propiedad que poseen las fuerzas
de desplazarse o deslizarse a lo largo de su directriz sin alterar por ello sus
efectos sobre el sólido rígido, hace que se las considere como vectores
deslizantes.
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